Conforme Kandinsky, cualquier aspecto seria doble: exterior e interior. La vision del color corresponde a su apariencia exterior, mientras que “su revelacion interior radica en la tonalidad afectiva a la que esta asociado, que seria lo unico que constituye su verdad verdadera desplazandolo hacia el pelo lo que le confiere el ser” (Kandinsky, sobre lo espiritual 49). Al dejar a un lado el mundo de las objetos, “las apariciones sensibles pueden acontecer captadas en su pureza formal y su resonancia oida sobre nuevo” (55). La tesis principal de Kandinsky consistio en que cada color tiene una tonalidad afectiva misma:
«No puede haber color –rojo, azul, amarillo– mas que alla en donde ese color es interes, en el fondo de su “sentirse a si mismo”: en la vida invisible desplazandolo hacia el pelo unicamente en la novia. No obstante el sentirse a si misma sobre la vida, del color, es su pathos. El color nunca esta unido a la tonalidad en mision sobre una asociacion externa desplazandolo hacia el pelo contingente, variable segun las individuos. Es en si similar, en la substancia fenomenologica de su ser desplazandolo hacia el pelo en su carne, igual que impresion asi como igual que subjetividad, esa tonalidad afectiva, esa sonoridad interior”. ( Kandinsky, De lo espiritual 89)
En su libro acerca de Kandinsky, Henry sintetiza la teoria kandinskyana sobre los colores considerando que “descansa enteramente en el vinculo tonalidad/color, que no es otra cosa, a fin de cuentas, que la propia interioridad en si misma del color en tanto que senal pura, lo que llamamos su pathos”. Como exponente sobre lo externo, lo visible del color, desplazandolo hacia el pelo lo interno, su tonalidad, elige el color rojo:
«Que la destreza del rojo no estriba en percibir un objetivo colorado asi como ni siquiera el color colorado como igual, en considerarlo rojo, sino en sufrir su lograr en nosotros: la impresion, lo cual es, en fin, lo que fulmina de la pintura toda mediacion objetiva, la sobre las objetos en primer lugar, del interes que se les puede dar, del planteamiento, sobre la “cultura” con las variaciones Conforme la epoca desplazandolo hacia el pelo los lugares… (Henry 93)»
Mas delante y siguiendo con el color rojo, Henry comenta:
«Con El Fin De aislar el rojo sobre este campo perturbador, Kandinsky tuvo una ingeniosa idea que bastaria para manifestar su profundo instinto filosofico: arrancarlo a la realidad, a la espacio, a las limites, a los demas colores contiguos. Basta pronunciar la sola expresion “rojo” o concebir este color carente juntar a el ninguna fama ni, con mayor razon, la comprension sobre un rojo real con el fin de que inmediatamente resuene una tonalidad en nosotros, la del colorado mismo separado sobre toda maneras de cualquier otro color susceptible sobre alterar, desplazandolo hacia el pelo por tanto velar, su sonoridad propia». (107)
Se refiere Michel Henry a un pasaje sobre De lo espiritual en el procedimiento a donde Kandinsky contrapone el pensamiento o perspectiva intelectual a su comprension, la expresion que alude al rojo, frente a su certeza material. Reproduzco todo el pasaje:
«El color nunca se puede extender ilimitadamente. El colorado inconmensurable solo se puede pensar o ver intelectualmente. Cuando oimos la termino “rojo”, el “rojo” no goza de limites en la imaginacion. Las limites, En Caso De Que son imprescindibles, existe que imaginarlos casi a la fuerza. El rojo que no se percibe materialmente, sino que se imagina de manera abstracta, provoca una cierta idea, precisa e imprecisa a la ocasii?n, que posee un tono puramente interior y no ha transpirado fisico. El rojo que resuena en la termino nunca tiene la matizacion fina del tono rojo. Por eso digo que este ver espiritual es impreciso. Aunque, al identico lapso, es concreto, ya que el ruido interno esta desnudo, carente tendencias casuales hacia el sofoco, el frio, etc. Que llevan al pormenor. El ruido interno se da la impresion al sonido sobre la trompeta o sobre un instrumento imaginado con la palabra “trompeta”, etc., en ausencia sobre los pormenores. El estrepito se imagina, sin las diferencias que en el se producen, cuando suena al viento libre, en un lugar cerrado, separado o con otros instrumentos, cuando lo produce un postillon, un cazador, un soldado o un virtuoso.
Cuando este colorado ha sobre acontecer reproducido en excelente condicion fisica material (igual que en la pintura), posee que a) poseer un tono determinado, escogido entre la grupo infinita de los diversos rojos, en otras palabras ha de ser caracterizado subjetivamente, b) tiene que ser condicionado en la espacio, separarse de otros colores, que se hallan necesariamente en su empresa, que son inevitables y no ha transpirado modifican (por delimitacion asi como proximidad) la caracteristica subjetiva (que obtiene una envoltura objetiva): aca entra en juego la consonancia objetiva.” (Kandinsky, De lo espiritual 57)
Al abordar el pasaje, Henry senala que Kandinsky esta contraponiendo lo que filosoficamente se denominaria la “esencia del rojo” a los diversos coloridos probables, como son el colorado de Saturno, el rojo cinabrio, el colorado ingles, la laca roja. Lo esencial se fundamenta en que toda esa disparidad sobre matices del colorado conserva el “tono fundamental” (Henry 108) farmersonly. Existe por lo tanto la tonalidad propia del rojo, que nunca varia apenas a pesar de la riqueza de sus matices. Kandinsky habla del planteamiento o la perspectiva intelectual, No obstante ?que nos diria de la vision? ?Que nos diria de la vision de Juliana? Y no unicamente sobre la perspectiva sobre Juliana, sino tambien de la imagen que provoca en el lector de su Libro. Destacare solamente que en la perspectiva, el colorado parece extenderse ilimitadamente. En ese significado la vivencia visionaria seria tan independiente de la realizacion material, pictorica, como lo que Kandinsky denomina el pensamiento o la vision intelectual. En la perspectiva de Juliana seria la matanza de Cristo el objetivo de la perspectiva, muerte que es naturalmente roja. El rojo nunca esta desligado del objetivo, aunque en este caso la crimen es de este universo y del otro, fluyente igual que la brillo de la divinidad, asi como por tanto intensamente externa desplazandolo hacia el pelo visible, al igual tiempo que interna e invisible. Sobre hecho, la muerte de la vision de Juliana, igual que debido a hemos podido corroborar, no seria la sangre que sale del costado sobre Cristo, como nos la muestra la pintura gotica, sino una sangre “otra”, que inunda toda la estancia, avanzando hacia el lector que la imagina a partir de estas terminos sobre Juliana, es la muerte que, imparable, recorre los 3 mundos.